Los hermanos Benavente han tenido que decir adiós definitivamente al Rally Dakar tras no poder reparar los problemas de sobrepresión en el circuito de refrigeración que sufrían el pasado domingo durante la séptima etapa del Rally Dakar.
Finaliza así una edición en la que la aventura de Chisco y Rafa ha sido el poder reparar su Nissan desde la primera jornada cuando se les perforaba un pistón y tenian que buscar el repuesto necesario por todo Arabia. Una vez lograban reparar, se incorporaban a la carrera en la jornada de descanso y tomaban la salida el domingo en la séptima etapa, aunque problemas con la presión en el circuito de refrigeración no les dejaba concluir la jornada.
Tras intentar solucionar el problema, finalmente han tenido que tomar la decisión de abandonar en la jornada de hoy ante la imposibilidad de poder reparar la avería para continuar en carrera.
“El coche tiene problemas. La sobrepresion no hemos conseguido minimízarla, sino todo lo contrario, va a más, nos ha reventado un manguito justo a la salida del enlace, y le hemos cambiado, pero el coche nos tira todo el líquido refrigerante. O culata (hecha y revisada en Hail) o bloque, no podemos saberlo si no desmontamos todo. Aunque hemos vuelto a un taller de camino a la especial, ya no hay tiempo de reparar”. Manifestaban en la jornada de hoy tras confirmar su abandono, añadiendo que “Este año no llegamos a Jeddah con el coche, pero no será porque no lo hayamos intentado”.
Una edición en la que los de Camargo no han podido disputar ni una sola etapa completa, pasando unos días complicados que han sobrellevado gracias a todas las muestras y mensajes de animo que han estado recibiendo “Aunque estamos en un estado de rabia y desilusión, queremos agradeceros a todos las muestras de apoyo que nos habéis enviado, y que nos han servido para luchar contra los elementos en ese inicio de rally tan difícil para nosotros”.
