Buen susto se han llevado hoy los hermanos Benavente cuando una avería en el colector de su Nissan Terrano al final de la primera especial del día, casi les deja a las puertas de la meta del Dakar. “Creíamos que podía ser el turbo porque a parte del ruido estrepitoso que hizo, nos quedamos sin presión de turbo y sin potencia”.
Por suerte, pudieron seguir en carrera. “Hicimos la parada de rigor para no dañar más el coche, esperamos un poquito a que enfriara la mecánica y desmontamos para verificar el turbo. Sorpresa, el turbo intacto, rotas las juntas del colector de escape. Sin potencia pero podemos seguir adelante”.
Una vez llegados al vivac, han logrado solucionar el problema y mañana podrán alcanzar su objetivo, “Esperamos salir mañana en la última etapa y poder concluir en Jeddah”.
Con la perdida de tiempo que han sufrido hoy, han descendido hasta la décimo quinta posición. Un resultado que es lo de menos en su primera participación en la prueba más difícil del automovilismo deportivo.