Agradable sorpresa. Esa es la sensación que deja el número de matriculaciones del mes de julio en Cantabria entre los diferentes gerentes de los concesionarios cántabros.
Esta claro que las previsiones no eran muy positivas cuando a mediados del mes de mayo los concesionarios cántabros ponían de nuevo en marcha la actividad comercial tras el confinamiento, haciendo pensar que la situación seria complicada y que tendrían que coincidir muchos factores para poder “enderezar” un ejercicio que, con cerca de tres meses de cierre, se presentaba muy complicado.
Sin embargo, el mercado ha vuelto a demostrar que por muchas previsiones que se hagan, no siempre se acierta, llegando el pasado mes de julio a un aumento de las ventas de automóviles por encima del 22 %, más del doble de la subida experimentada por el mercado nacional.
Sin duda que las ayudas a la compra puestas en marcha por el gobierno de Cantabria y el central, han animado a muchos compradores que han querido aprovecharse del buen momento de compra, ya que ademas de las ayudas de las administraciones, también los fabricantes y concesionarios han realizado un importante esfuerzo para incentivar el mercado. Visto lo visto, parece que la formula ha funcionado.
No hay duda que todas estas ayudan al comprador han animado a muchos a estrenar coche, ya que por ejemplo en un coche eléctrico la suma de ambas ayudas puede llegar hasta los 10.000 euros de rebaja, mientras que en uno con motor térmico que cumpla las condiciones puede llegar hasta los 3.000 euros.
Ahora habrá que esperar para ver cómo se comporta el mes de agosto, un mes tradicionalmente potente en ventas, pero que puede verse muy influenciado con la evolución sanitaria que se viva en los próximos días.
