El Pabellón deportivo de Cóbreces acogió en la jornada de ayer una reunión entre la Federación Cántabra de Automovilismo, organizadores y deportistas, con el fin de establecer las pautas a seguir ante el comienzo de la temporada. Cerca de un centenar de personas acudieron a la convocatoria. Todos con sus mascarillas y respetando las medidas de distanciamiento, y todos también con ganas de aportar ideas para que las carreras se pongan en marcha.
El acto lo abría el presidente de la Federación Cántabra, Gonzalo Pérez, que acompañado por el vicepresidente, Andres Fernández, expusieron como esta la situación actual. “O arrímanos todos el hombro, o cerramos el kiosco”. Así de tajante comenzaban las palabras de presidente, que añadía que “varias pruebas ya han anunciado que este año no se disputarán, pero estamos aquí para recoger propuestas de todas las partes: organizadores, pilotos, copilotos… propuestas que luego tendrá que aprobar la Asamblea General y entre todos intentar sacar la temporada adelante”.
La tónica general era la incertidumbre, ya que algunos organizadores no podían confirmar que podrían sacar su prueba adelante, ya que la situación económica de sus patrocinadores no era la del año pasado y algunos ayuntamientos también han dicho que este año no les darían su apoyo.
Desde la federación se anunciaba que “tendremos que hacer reajustes en gastos que este año podrían ser suprimidos, caso de la gala final de entrega de trofeos de la temporada, suprimir o ajustar los premios finales del campeonato de Montaña… recortes que nos permitirían apoyar a las pruebas asumiendo algunos gastos de organización de las pruebas, como podrían ser las ambulancias o la serigrafía de los dorsales entre otros aspectos. Todo habría que analizarlo y ver cómo, entre todos, sacar las pruebas adelante”.
Todos los presentes coincidían en que si no hay organizadores que pongan pruebas en marcha, los pilotos tampoco podrán sacar sus coches a competir, al menos en Cantabria. Varios pilotos allí presentes también comentaron que se podía prescindir de los premios en metálico de las pruebas. “Hace un par de meses nadie creía que nos pondríamos este año el casco, por lo si podemos hacerlo, ese seria nuestro premio. Nadie cubre los gastos de una prueba con los premios, por lo que si por parte de los pilotos podemos ahorrar esos gastos a los organizadores, pues adelante”, manifestaban algunos de los pilotos presentes.
Ademas del tema económico, que fue el más debatido, también se hablo de cómo quedarían los campeonatos, ya que por ejemplo en ralles tan solo hay tres pruebas previstas, siendo pocas para establecer un campeonato. La opción que más gusto a todos fue la de unir rallies y rallysprint y hacer un campeonato único.
Varias opciones que salieron a debate para después llevarlas a la Asamblea General para que sean aprobadas y la temporada se pueda poner en marcha, siendo el 8 de agosto con la Subida a Peña Cabarga, la que pudiera ser la primera prueba del año.
El ambiente fue bueno entre todos los presentes, defendiendo cada uno lo suyo pero con el animo de todos de poner cada uno su granito de arena para que los cronómetros se pongan en marcha.
Actualmente son aproximadamente 20 pruebas las que tienen la intención de ponerse en marcha este año: 3 rallies, 6 rallysprint, 5 subidas y 6 slalom, por lo que si todo sale adelante, se espera un intenso fin de año en el automovilismo cántabro.
